Santa Fe de Antioquia se erige como uno de los municipios más antiguos y representativos de Colombia. Fue el mariscal español Jorge Robledo, en el año 1541, el que la constituyó el 4 de diciembre de este mismo año como Villa de Santafé, que, más tarde, el rey Felipe II, en el año 1584, le otorgó la categoría de ciudad bajo el nombre de Santa Fé de Antioquia.

En la época de la colonia, Santa Fe de Antioquia prosperó al gusto de la minería de oro que convirtiéndola en el eje del crecimiento y desarrollo económico y social de la zona. Las minas convertirían a los colonos y comerciantes españolas entorno de una ciudad importante a la hora del reparto del poder sobre lo que más tarde sería el occidente del país. En el año 1813 esa ciudad fue proclamada la primera capital del Estado Soberano de Antioquia y mantendría tal título hasta el año 1826, cuando fue trasladada la capital a Medellín, ciudad que al momento de su proclamación había presentado el mayor crecimiento comercial y estratégico.

Santa Fe de Antioquia es reconocida por su extraordinario patrimonio arquitectónico. Sus calles empedradas, casas de tapia blanca con ventanas enrejadas y sus templos religiosos son testigos de su esplendor colonial. La ciudad fue declarada Monumento Nacional en 1960 para proteger su riqueza histórica y arquitectónica. 

Hoy en día, Santa Fe de Antioquia es un importante destino turístico en Colombia, conocido por sus festivales culturales, como el Festival de Cine, sus celebraciones religiosas tradicionales, su cálido clima y su ambiente apacible que transporta a los visitantes al pasado.

A Santa Fe de Antioquia también se le conoce como la "Ciudad Madre", ya que fue la primera ciudad de gran tamaño en Antioquia y desde allí surgieron numerosos pueblos y ciudades del propio departamento. En esta ciudad se esconden tesoros que van más allá de la arquitectura de la época colonial: es un sitio en el que se entrelazan la cultura, las costumbres, la naturaleza de una manera muy especial. Esta ciudad no solo conserva las huellas de la época colonial en sus calles adoquinadas y viviendas de alto nivel, sino que también pone de manifiesto la firmeza de una identidad forjada en el quehacer del campo, la extracción minera, la agricultura y su carácter en torno a su naturaleza.

La identidad de Santa Fe es el producto de años de trayectoria histórica. En este sitio, las costumbres religiosas, centradas en sus siete templos coloniales, definen el ritmo del año con acontecimientos como la Semana Mayor, que ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación. En esta festividad, la devoción, el arte y la música de carácter religioso llenan las calles de serenidad y mucha cultura. Adicionalmente, acontecimientos como el Festival de Cine de Santa Fe